jueves, 7 de diciembre de 2017

Día 7: Como jugador me comprometo a...

Esta entrada pertenece a la cuarta edición Desafío de los 30 días convocado por La Torre de Ébano.
 
1. Apoyar la historia.
2. No joder al Master.
3. Ser fiel a mi personaje.
4. Pasar un buen rato.

Y ahora explicaré estos 4 sencillos puntos (si, ya sé que es raro poner cuatro puntos pero es lo que hay) que van en orden decreciente en importancia.

1. La historia que se genera en común al jugar a rol es lo más importante, por eso jugamos, por el placer de construir juntos una historia memorable. No hay cabida a egos en este fin, ni el ego del director de juego por mucho que de él dependa la historia, ni el ego de ningún jugador por mucho que quiera protagonizarla. Es el placer de compartir una experiencia con tus colegas imposible de emular en tu vida real.


2. El Master lleva una pesada carga (si, como aquel hobbit) y no se trata de hacerle la pelota pero al menos no hacerle la vida imposible. Me reitero, la historia es el objetivo principal y si bien nosotros somos los actores principales el master es no sólo el guionista, si no todo lo demás. Un jugador conflictivo puede rápidamente ser exiliado al mundo real, mientras que el master es imprescindible, él corta el bacalao, déjale hacer y no le putees.


3. Respetando todo lo anterior y respetando a los demás jugadores tú tienes que intentar interpretar o al menos ser coherente con tu personaje tanto en la propia creación que debe ser moderada y adecuada, como en la interpretación tras la misma. Nada de enanos lampiños o elfos hipsters, ni vampiros que van a la playa y beben gazpacho. Pero cuidado tampoco es plan de pensar que te puedes hacer un pícaro caótico neutral que concuerda muy bien y robarle todas las pertenencias a los demás jugadores y que eso está bien por ser coherente...mejor te controlas porque recuerda...puntos 1 y 2, y puedes acabar en tu casa leyendo libro-juegos.


4. Lo último, será raro que cumpliendo lo anterior no pase, pero diviértete, aunque sea una partida de esas en la que terminas en el estómago de un monstruo de nombre impronunciable, o a pesar de resultar en la partida tan útil como los pezones de una armadura, lo importante es disfrutar con tus amigos pasando por momentos divertidos a veces o de tensión en otras y saber que pase lo que pase siempre será una historia más que recordar con cariño.

2 comentarios:

  1. Esto es un poco como las leyes de la robótica, pero aplicado a jugadores, siendo el cuarto punto transversal a todos los demás.

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  2. Es una buena aproximación si, aqui al que incumpla los puntos se lo desconecta...de la mesa de juego :P

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